Países, empresas e instituciones de todo el mundo se están movilizando para aplicar el poder de la Inteligencia Artificial (IA) a una amplia variedad de problemas económicos y sociales.
Esta aplicación de tecnologías requiere la convergencia de varios elementos clave.
Entre estos, es esencial destacar el papel fundamental del talento en áreas como la investigación, la ingeniería de datos y el poder computacional, así como la necesidad de contar con un ecosistema de innovación saludable.
Esto permite el desarrollo de la IA, que actualmente representa un hito importante en la transformación de los Estados y las sociedades actuales.
El talento humano es uno de los recursos más críticos y cuantificables en este proceso de desarrollo de la IA.
A través de la creación de nuevas tecnologías, como algoritmos avanzados y herramientas de inteligencia, se abren nuevas posibilidades para colaborar y explorar territorios que antes parecían inaccesibles o inimaginables, contribuyendo así a mejorar la calidad de vida de las personas.
Es fundamental comprender el estado actual de la competencia internacional, especialmente en el contexto de la cuarta revolución industrial que está transformando la sociedad a nivel global.
Para ello, se requiere una evaluación detallada de uno de los recursos clave: el talento.
Esto implica el fomento de la investigación, el fortalecimiento de las capacidades nacionales en IA y disciplinas afines, así como la formación de investigadores con conocimientos sólidos en técnicas de aprendizaje automático y avances teóricos relevantes.
El talento, un activo altamente valorado y no fácilmente accesible para todos, se convierte en el motor detrás del avance en IA.
Por lo tanto, políticas industriales de innovación y migración, que aborden la cuestión de la “fuga de cerebros”, son esenciales para tomar decisiones políticas equilibradas y efectivas en este campo.
El gasto global en IA se espera que alcance los 52 mil millones de dólares en el próximo trienio, subrayando así la importancia que las naciones otorgan a este tema en diversos foros internacionales.
La IA está marcando la cuarta revolución industrial de la historia y su impacto en la economía mundial es innegable.
En el contexto del liderazgo en el ámbito internacional, Estados Unidos ha desempeñado un papel destacado a lo largo de la historia. No solo ha ejercido su influencia en la región americana, sino que también ha dejado una huella significativa en la economía global en todos los continentes.
Actualmente, Estados Unidos se posiciona como líder en investigación y desarrollo de mercado en tecnología, lo que subraya su relevancia en la carrera por el dominio en IA.
China, por su parte, ocupa el segundo lugar en esta competencia. Sin embargo, enfrenta el desafío de la “fuga de cerebros” de estudiantes que, formados en universidades especializadas en IA, eligen crecer en las industrias tecnológicas de Estados Unidos.
Esta migración de talento otorga a Estados Unidos una ventaja sustancial en el ámbito internacional.
La situación en Europa, con países como el Reino Unido, Países Bajos, Suiza y Noruega, se encuentra en tercer lugar en la carrera por la IA.
Por otro lado, India, como parte del grupo BRICS, está experimentando un crecimiento notable en su economía y, en consecuencia, en su participación en la competencia internacional.
Irán y Canadá ocupan la cuarta y quinta posición, respectivamente, en términos de migración de talento hacia Estados Unidos en el ámbito de la IA.
Canadá también busca una posición más sólida en esta competencia, centrándose en el aprendizaje profundo y aumentando sus recursos en esta área.
Más de la mitad de los investigadores de primer nivel en IA en Estados Unidos son migrantes o ciudadanos extranjeros.
Esta población apasionada por la IA ha optado por trabajar en un país diferente al de su formación universitaria.
Las instituciones estadounidenses están invirtiendo considerablemente en estos investigadores, lo que posiciona al país como líder en el desarrollo de talento humano en este campo.
Es crucial reconocer que la IA ya está transformando numerosas industrias y áreas de la vida cotidiana.
Empresas líderes como Google, Microsoft, Facebook y Tesla, junto con instituciones gubernamentales y de investigación, están desempeñando un papel fundamental en este cambio de paradigma.
La IA no solo está redefiniendo la forma en que interactuamos con la tecnología, sino que también está revolucionando sectores como la medicina, la automatización industrial y el servicio al cliente.
La capacidad de análisis avanzado de datos y la toma de decisiones autónoma son solo el principio de esta nueva era.
La IA ya está aquí, está creciendo en instituciones de finanzas, automatización industrial, en empresas del servicio al cliente entre otras, en nuestro día a día, es importante saber que la IA está rompiendo paradigmas como lo hizo en su momento el internet, cada vez hay más personas interesadas en este tema que están buscando desarrollar su talento en IA y que en esta competencia tecnológica el Estado ofrezca las mayores oportunidades y desarrollo para el talento humano, eso lo posicionará como la nación líder que crecerá en inversión económica y también lo posicionará como Estado hegemónico en IA e influirá sobre las demás naciones del mundo.
Danna Mena es Embajadora por el planeta Youth Awards Agenda 2030 ONU/Educa Dotcom.
Realizó prácticas profesionales en el área de Relaciones púbiclas en la Oficina de Pasaportes SRE Yucatán.
Estudiante de la licenciatura en Relaciones Internacionales.
Secretaria General Estatal del Ateneo Nacional de la Juventud capitulo Yucatán.
Estudiante de idiomas con certificado de : Chino, Fránces, Japonés e Inglés.
Lospuntos de vista y opiniones expresados aquí son los del autor y no reflejan necesariamente la política o la posición de CEIM. Cualquier contenido proporcionado por nuestros bloggers o autores es de su opinión. El contenido de este sitio no constituye el respaldo de ninguna afiliación política y no refleja las opiniones de los miembros del personal y la dirección.
On October 6, 1973, combined Arab forces launched a surprise attack on Israel and shocked Israeli intelligence agencies and the world. After days of fighting, then U.S.
Secretary of State Henry Kissinger negotiated a disengagement agreement between Egypt and Israel, a process that culminated with the Camp David Peace Accord in 1979.
Fifty years and one day later, Hamas launched a massive surprise attack on Israel from Gaza and has created a new reality for the Middle East.
Hezbollah in Lebanon and the West Bank remains quiet at time of writing, but their trigger fingers as well as those of their Iranian patrons must be itching to join the fight.
Hamas is funded and supported by Iran and Russia. Iran seeks the destruction of the Jewish state as a major component of its foreign policy.
Fifty years ago, the attack led to peace of sorts.
Today’s reality is vastly different.
Israel is a deeply divided country with over 50% of the population opposed to Prime Minister Netanyahu and his government.
While Israelis will come together at this time of crisis, Mr. Netanyahu will likely be blamed for the massive intelligence breakdown that led to this conflict.
Mr. Netanyahu’s government is right-wing and nationalistic, but like any government suffering such an attack, it will likely invade Gaza if cooler heads do not prevail or if the attacks continue.
Revenge will be on the minds of most Israelis and Jews in the Diaspora, and this pressure will be hard to contain.
The U.S. will be divided between those seeking an Israeli invasion to appeal to their constituency and those who support the Palestinians and hate Israel.
Unlike 1973, when the enemies of Israel had a leader in Anwar Sadat who sought peaceful negotiations, none seem to exist today. Hamas seeks the complete destruction of Israel. So do its fellow terrorist allies Hezbollah and Iran.
Consequently, should Israel invade Gaza, it will find it difficult to disengage afterwards. Israel may kill Hamas leaders and destroy its infrastructure, although this will entail house to house fighting against an enemy that is used to hit and run tactics.
In many cases, traditional military forces have had a difficult time in fighting with terrorist forces and dealing with world opinion when civilian casualties increase.
The reality is that, unlike 1973, there is no one around with whom Israel can negotiate.
The Netanyahu government is perceived as being weak and it fights its internal battles with the Israeli opposition. Its much-vaunted intelligence services will be at each other’s throats in a massive blame game.
That said, nothing unites like being attacked. But it will be difficult to sustain that national unity when the blame game begins.
1973 was also a traditional war between armies.
Today, this war is being fought on television and on social media, with Israelis witnessing civilian brothers and sisters being kidnapped and taken hostage into Gaza, and with other Israeli civilians being murdered in cold blood.
Whole settlements have been taken over by Hezbollah, with terror and murder being fed into Israeli living rooms.
Their anger will not be easy to placate, and cool heads in Israel will be few.
Israelis will be asking themselves if there is any chance for peace at all.
Hard-liners will eliminate a two-state solution permanently from the Israeli diplomatic lexicon.
Israel’s allies will be hard pressed to rein in Israeli anger and public opinion.
Iran may well be emboldened to up the ante by providing Iranian military support from occupied Syria and opening yet another front. Israel may find itself fighting on three fronts and on its very homeland.
Are the Israeli Defense Forces up to it? Can the Netanyahu government survive? Will world opinion support Israel should it invade Gaza, or will it continue to isolate Israel internationally?
The New Middle East reality is one that few expected would happen so soon and with such brutal force.
The challenges are huge, and the possibility of an eventual win-win solution impossible given Hamas and Hezbollah’s stated goal of destroying the Jewish state.
U.S. President Biden has come out strongly supporting Israel and warning Iran and others not to seek advantage.
But can the U.S. influence a cessation of violence since the Biden administration put Israeli-Palestinian affairs on the back burner and has all but ignored the situation.
Does the U.S. still have the desire and global clout to call the shots as they did in the seventies?
We are slipping into an unknown where the only thing we know is that we know nothing.
And that is a dangerous place to be.
Eduardo is a former deputy spokesperson for Ban Ki-Moon.
He is an expert in public diplomacy.
The views and opinions expressed here are those of the author and do not necessarily reflect the official policy or position of CEIM. Any content provided by our bloggers or authors are of their opinion. The content on this site does not constitute endorsement of any political affiliation and does not reflect opinions from members of the staff and board.
La reciente escalada de violencia en la Franja de Gaza ha desencadenado una crisis en el largo y complejo conflicto entre Palestina e Israel.
Esta tensión, que ha persistido desde hace varias décadas, y que se caracteriza por su falta de resolución, ha dado lugar a una serie de preguntas y especulaciones sobre las causas y consecuencias de la situación actual.
Desde el ataque sorpresa de Hamás hasta la respuesta de Israel, pasando por las implicaciones internacionales de lo que sucede en Gaza, es importante explorar los aspectos clave de esta terrible situación.
La intensificación de la crisis comenzó cuando el movimiento islamista Hamás, con base en la Franja de Gaza, lanzó un ataque sorpresa contra Israel, utilizando tanto ataques aéreos como terrestres.
Este ataque inicial fue seguido por informes de secuestros de soldados y civiles por parte del grupo palestino Hamás, lo que provocó represalias parte del gobierno israelí, liderado por el primer ministro Benjamín Netanyahu, con bombardeos en diferentes zonas del territorio palestino.
La actual crisis en Gaza es solo una manifestación de un conflicto añejo que ha perdurado durante décadas.
Desde la fundación del grupo islamista palestino en 1987 hasta la fecha, Israel y Hamás han estado involucrados en enfrentamientos continuos.
Este conflicto refleja una serie de problemas no resueltos, incluyendo la ocupación indefinida de territorios palestinos por parte de Israel, la falta de condiciones adecuadas para la negociación y divisiones internas dentro de Palestina e Israel.
Sin duda esta crisis tiene implicaciones directas tanto regionales como de índole internacional, ya que el conflicto Palestino-israelí tiene un impacto significativo en el escenario geopolítico.
El ataque sorpresa de Hamás se convirtió en el mayor ataque contra Israel en los últimos cincuenta años.
Las hostilidades en Gaza han llevado a una regionalización del conflicto, con la participación abierta de Irán, o Hezbollah apoyando la causa de Hamás, mientras que los Estados Unidos y algunos de sus aliados mantienen su apoyo para Israel.
Esto plantea un riesgo significativo en que la situación pueda salirse de control y propagarse más allá de las fronteras palestinas, afectando a la región de Oriente Próximo y otras áreas periféricas a la zona del conflicto.
En medio de la confusión y los interrogantes sobre la crisis en Gaza, ha surgido la hipótesis de una posible operación de “falsa bandera” llevada a cabo por la inteligencia de Israel, ya que se destaca la evidente asimetría de poder entre Hamás e Israel, lo cual expone a Palestina a sufrir un ataque sin precedentes en represalia por el ataque de Hamás.
Además de ello, no se explica de manera clara cómo uno de los servicios de inteligencia más poderosos del mundo como son la Mosad y el Shin Bet, no pudieron detectar el ataque.
La magnitud de la operación también deja muchas dudas por la dificultad que implica llevarla a cabo y sabiendo que la respuesta del ejército Israel se daría de manera inmediata provocando una inevitablemente escalada de ataques contra la población de Gaza.
A su vez la avanzada defensa aérea conocida como la “cúpula de hierro,” no pudo evitar que miles de cohetes lanzados impactaran sobre su territorio, haciendo que esta discrepancia planteara interrogantes sobre la efectividad de la defensa israelí, pensando en que o dejaron que sucediera esto o hicieron que sucediera.
Hoy en día, las operaciones de falsa bandera generalmente son ejecutadas por agencias de inteligencia y actores no gubernamentales, y se consideran exitosas si la verdadera autoría de la acción se mantiene en secreto.
La hipótesis sugiere que Israel permitió o incluso planeó deliberadamente la crisis en Gaza para lograr ciertos objetivos políticos, como: justificar una guerra, para tener carta abierta para atacar Palestina y expandir los asentamientos israelíes; desviar la atención de las protestas internas contra el gobierno de Netanyahu, las cuales llevan semanas y ha sido provocadas por una polémica reforma judicial, donde los manifestantes defienden la visión de un Israel laico y liberal, frente a la presión de grupos religiosos que ahora integran el gobierno; una división social que salió a relucir cuando se desataron enfrentamientos hace unos días en Tel Aviv, en un rezo público por la conmemoración de Yom Kipur.
Por esto, la línea discursiva que las acciones de Hamás estén auspiciadas por una operación de falsa bandera, es posible, ya que plantea la posibilidad de que Netanyahu use la guerra para fortalecer su posición política y silenciar las manifestaciones en su contra, además de justificar un ataque directo y frontal contra Palestina en pro de la seguridad interna, logrando de esta manera cohesionar un a la sociedad israelí bajo la bandera de la defensa y nacionalismo en contra de Hamás.
Más allá de esto, la escalada de violencia en la Franja de Gaza marca otro capítulo en el prolongado conflicto Palestino-israelí, caracterizado por la falta de resolución y la complejidad de sus causas y consecuencias, como: la desigualdad de poder militar totalmente desproporcionada entre los bandos en conflicto; la efectividad de la defensa israelí; la teoría de la operación de falsa bandera; el apoyo de naciones tanto a las acciones de Hamás como a la respuesta de Israel, son cuestiones que generan interrogantes y debates.
El conflicto también se entrelaza con asuntos políticos internos en Israel y Palestina, donde en Israel la reforma judicial y la resistencia contra el gobierno de Netanyahu, además de las acusaciones de corrupción en su contra, han fracturado a la población israelí.
Por el lado palestino, las constantes tensiones entre Hamás y Al Fatah, dejan en una situación vulnerable a la población civil palestina.
A medida que la crisis en Gaza continúa desarrollándose, la comunidad internacional sigue atenta a sus implicaciones y posibles soluciones. La resolución de este conflicto sigue siendo un desafío espinoso y esencial para la paz en Oriente Próximo y su periferia regional.
Doctorante en Ludosofología: una propuesta de Aprendizaje Basado en Juegos para desarrollar habilidades vinculadas al liderazgo ético-humanista, desde una visión sociológica y política.
Coordinador de programas de Relaciones Industriales y Recursos Humanos en ITESO.
Docente por más de 10 años en ITESO y otras universidades, imparte cursos en maestría sobre diferentes áreas de las ciencias sociales.
Ha participado en diversos congresos a nivel nacional e internacional, colaborador en organizaciones sociales en Latinoamérica y en diferentes medios en temas de índole mundial, geopolítica y Medio Oriente.
Actualmente dirige el proyecto de podcast REPÚBLICA BUNKER.
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Los retos económicos que ha enfrentado la Unión Europea en los últimos años han puesto de manifiesto la necesidad de que los estados miembros se adapten y encuentren formas efectivas de convivir en la zona monetaria del euro.
A lo largo de su historia, la Unión Europea ha demostrado su capacidad para afrontar desafíos y buscar soluciones conjuntas, como se evidenció en la creación del euro y la unión económica y monetaria.
Pero en opinión de Hall:
“La Unión Europea se encuentra en apuros, pues parece incapaz de proporcionar la armonía y el bienestar que prometía desde sus comienzos. La prolongada crisis del euro es la más destacada manifestación de esos problemas.
Como una debacle a cámara lenta, la crisis ha evidenciado las divisiones de la Unión Europea, pero los inconvenientes a los que debe hacer frente la UE van mucho más allá: el crecimiento económico anual entre los veintiocho Estados miembros que hoy forman la Unión ya estaba decayendo mucho antes de la crisis, situándose en un 2.6%, frente al 3.3% de EE. UU., entre 1997 y 2006.”
La crisis financiera de 2008 y sus consecuencias posteriores pusieron a prueba la resiliencia y la adaptabilidad de los estados miembros.
Los rescates económicos y las políticas de austeridad implementadas revelaron las diferencias y desigualdades existentes entre los países de la eurozona.
Países como Grecia, Irlanda, Portugal y España se vieron obligados a solicitar ayuda financiera, lo que generó tensiones y debates sobre los privilegios y las responsabilidades compartidas dentro del bloque.
También la salida del Reino Unido de la Unión Europea planteó desafíos adicionales.
Las negociaciones difíciles y la incertidumbre resultante afectaron las relaciones entre los estados miembros y pusieron en evidencia la necesidad de fortalecer la cohesión y la solidaridad en la zona euro.
La crisis de la COVID-19 representó un desafío aún mayor para la Unión Europea.
La pandemia afectó a todos los países de la región, exigiendo una respuesta conjunta y coordinada.
La implementación de políticas económicas y sanitarias post-pandemia evidenció la importancia de la cooperación y la adaptabilidad para superar los obstáculos y garantizar la recuperación económica.
En este contexto, es fundamental analizar las razones detrás de la falta de igualdad económica, política y social entre los estados miembros.
Es necesario evaluar cómo se ha fracturado la visión inicial de una economía plural y cooperativa, y cómo los problemas económicos y financieros han socavado la estabilidad y la cohesión dentro de la Unión Europea.
Para abordar estos desafíos, es necesario replantear las políticas fiscales y fortalecer la percepción del euro como una moneda que promueva un crecimiento equitativo para todos los miembros.
Esto implica la adopción de medidas que fomenten una mayor convergencia económica, una distribución más justa de los beneficios y responsabilidades, así como una mayor solidaridad entre los estados miembros.
¿Podrá la Unión Europea responder a estos retos?
Reflexión final
La adaptabilidad de los estados miembros de la Unión Europea a las políticas de convivencia en la zona monetaria del euro ha sido puesta a prueba en los últimos años.
Los retos económicos y las crisis han revelado las disparidades y tensiones existentes, pero también han destacado la importancia de la cooperación y la búsqueda de soluciones conjuntas.
Para garantizar una mayor igualdad y estabilidad, es necesario fortalecer la cohesión económica, política y social dentro de la Unión Europea, replanteando las políticas y promoviendo un crecimiento equitativo para todos los países miembros.
Estudiante egresado de Relaciones Internacionales por la Universidad Rosario Castellanos,
Diplomado en Análisis Estratégico Internacional por el Centro de Estudios Internacionales del Mayab (CEIM),
Certificado como Auditor Interno en Operaciones de Comercio Exterior por el Centro Educativo de Comercio Mundial Organizado.
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Analizar los rasgos de personalidad de los líderes políticos, ya sean pasados o actuales, puede proporcionar un valioso conocimiento sobre su forma de actuar y tomar decisiones.
El estudio de cómo las emociones, los factores ambientales y el contexto histórico afectan a las personas que están al frente de los Estados nos brinda una capacidad analítica para comprender el porqué de sus acciones, tanto en el ámbito político como en el personal.
Además, este análisis puede ayudarnos a prever posibles futuras acciones y tener una mayor conciencia de los posibles impactos en el ámbito internacional, lo cual es de gran valor en el campo de las relaciones internacionales.
Al examinar a un actor político importante, también podemos analizar la política internacional en su conjunto, dado que los actores internacionales están interconectados entre sí.
Además, este enfoque puede proporcionar perspectivas diferentes a las que se han expuesto en teorías de las relaciones internacionales anteriores.Es cierto que las personas son diversas e incomparables en cuanto a sus tipos y rasgos de personalidad, lo que dificulta su estudio y la obtención de resultados comprobables.
Sin embargo, la búsqueda de una explicación o justificación de las acciones de las personas sigue siendo un tema intrigante.
La Psicología de la Personalidad, por ejemplo, es una disciplina que estudia a las personas y analiza sus comportamientos privados y no públicamente observables, como la motivación, así como las diferencias en su comportamiento.
Utilizando los conceptos y términos teorizados por ciencias como la Psicología de la Personalidad, es posible realizar investigaciones sobre figuras políticas prominentes, como Vladimir Putin.
Para obtener información sobre su personalidad, es importante consultar fuentes bibliográficas confiables, como libros y otras investigaciones cercanas a su vida, historia, tipo de gobierno y política rusa.
El autor describe aspectos detallados de su personalidad y los interpreta basándose en su valiosa experiencia al haberlo conocido personalmente.
Desde la introducción, se mencionan algunas acciones del presidente, como su comportamiento al estrechar la mano o al conversar, y se señala que es una persona informada pero explosiva.
El libro también describe cómo diferentes aspectos de su personalidad han cambiado a lo largo de su ascenso en la política rusa.
Esta rama de la psicología estudia el comportamiento de los individuos en situaciones políticas, incluyendo el proceso de toma de decisiones en materia política.
El análisis realizado en esta ciencia es de gran valor para la investigación, ya que examina casos de diferentes tipos de gobierno y personalidades políticas, entre ellos el de Vladimir Putin, y los relaciona con los conceptos mencionados anteriormente.
En síntesis, el análisis de los rasgos de personalidad de los líderes políticos es informativo y valioso, ya que nos proporciona una comprensión más profunda de sus acciones y decisiones.
Esto a su vez nos permite tener una visión más clara de la política internacional y ampliar el campo de estudio de las relaciones internacionales.
Reflexión final
Diversos estudios en relación a la psicología, liderazgo y enfoque de toma de decisiones de Vladimir Putin han reflexionado sobre su impacto en la política rusa y las relaciones internacionales.
En primer lugar, se puede afirmar que Putin se ha convertido en una figura central e intrínseca en la política de la Federación Rusa, desempeñando un papel fundamental tanto a nivel interno como externo.
Su larga permanencia en el poder lo ha convertido en un elemento clave en la política rusa contemporánea.
Asimismo, se concluye que el tipo de gobierno que Putin ha establecido, influenciado por su contexto histórico, personal y sus propias metas, ha tenido repercusiones tanto a nivel nacional como internacional.
Su deseo personal de mantener un control autoritario sobre el poder ha resultado en consecuencias trágicas, como el asesinato de aquellos que se oponen a su régimen, tanto dentro de Rusia como a nivel internacional.
Esta represión ha generado un ambiente de temor y represión en el país.
Además, la forma de gobierno de Putin ha tenido un impacto directo en las relaciones políticas y diplomáticas de Rusia con otros estados.
Un ejemplo claro de ello es la crisis energética en Europa, que ha sido una consecuencia de las sanciones impuestas a Rusia debido a su conflicto con Ucrania.
Esta situación ha generado tensiones significativas y ha afectado negativamente las relaciones con otros países.
Otro aspecto relevante es la influencia de Putin en el crecimiento de movimientos nacionalistas en Europa y en todo el mundo.
Su estilo de liderazgo, basado en la promoción del nacionalismo ruso y en el fortalecimiento de la identidad nacional, ha tenido un impacto duradero en el panorama político global.
Esto ha llevado al surgimiento de movimientos nacionalistas en varios países, generando tensiones y divisiones en la sociedad.
Sin duda, el papel central de Vladimir Putin en la política rusa, así como las repercusiones de su gobierno en el ámbito nacional e internacional.
Sus acciones y decisiones han tenido consecuencias significativas, desde el uso de la represión hasta el impacto en las relaciones diplomáticas y la promoción del nacionalismo.
Estos hallazgos ofrecen una perspectiva más amplia para comprender la figura de Putin y sus implicaciones en la escena política global.
Referencias:
Moreno, J. B., María, P. G. A., Antonio, R. C. J., Pilar, S. S., & Beatriz, R. L. (2012). Psicología de la personalidad. Editorial UNED.
Houghton, D. P. (2008). Political Psychology: Situations, Individuals, and Cases.
The Strongman. (s. f.). Google Books. https://books.google.com.mx/books?id=nLU-EAAAQBAJ
Ana Paula Beutelspacher Vidales
Estudiante próxima a graduarse de la carrera de Relaciones Internacionales en la Universidad Anáhuac Mayab.
Experiencia laboral actual en el campo del comercio internacional, enfocada en exportaciones y relaciones con clientes extranjeros.
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A few years ago, I wrote a number of articles on Borgen, The Crown, and ARGO – movies or series purportedly based on reality but that were really just dramatizations of institutions that were imagined by the producers and writers of the shows.
The excellent Danish series Borgen portrayed the travails of Denmark’s first fictitious female Prime Minister.
It portrayed a politician who had little of Machiavelli and much of the kind of humanism and honesty we would all like to find in our elected leaders.
It was fine drama but not a really accurate portrayal of politics in a fractious democracy.
The Crown fictionalized the history of the British royal family under the late Queen Elizabeth Over time, the producers had to add a caveat at the beginning of each episode to advise the audience that the program was not an accurate historical depiction of the Royal Family.
There was much controversy at many of the portrayals of their behavior leaving those who had an inkling of royal history wondering.
Finally, ARGO is a film about the escape of six of the U.S. hostages from in 1978. It downplayed the true role played by Canadian Ambassador Ken Taylor, diplomat John Sheardown and their wives.
Ambassador Taylor was my second Ambassador during my posting to Teheran and a few years later, he told me that while he and his wife watched the film, they asked each other if they had actually escaped – it was so far from any historical accuracy.
It is a shame when media misinform audiences about public figures. Drama is essential in a production, but the truth is also vital if the public are to form a realistic vision of events.
This is why when I first tuned in to the new Netflix series The Diplomat, I turned it off since the first episode about the assignment of a new ambassador to the US embassy in London was so inaccurate.
As a former diplomat who served at six Canadian Embassies, I know how an Embassy functions, how a new Ambassador is treated upon arrival at a new post by his hosts and how his or her own diplomats at an embassy behave.
I would have continued ignoring the series had not many ex-colleagues and some good friends commented that it was excellent drama despite its lack of accuracy.
I took it up again, divorced it from any sense of reality, and came to enjoy the drama and excellent acting.
My concern springs from the fact that most audiences don’t have a clue about what diplomats do or how an embassy functions.
Also, the plethora of four-letter words is really not how diplomats speak with each other or their hosts!
Again, a potentially educational as well as an entertainment experience falls by the wayside, leaving audiences completely misinformed and entertaining a false view of the world’s second oldest profession.
This said, taking a more positive view of things, the four series underscore how crises are managed successfully and how messages and their delivery are vital to any endeavor.
In Borgen, the Prime Minister’s adroit handling of the media show how effective communications between governors and governed, sorely lacking in most countries today, can succeed in creating a trusting electorate that appreciates honesty and candor.
In The Crown, audiences view how a lack of proper communications both within the Royal Family and between them and their citizens can produce a credibility gap that calls into question the ability to generate enthusiasm for the institution.
Indeed, at this moment, King Charles III, as King of Canada, is not appreciated by three out of every five Canadians.
And in The Diplomat, the Ambassador’s handling of a crisis involving the British, Russian, and Iranian governments is so unrealistic that we must question if the British government is capable of handling a diplomatic and military crisis without the help of those damned Yankees.
Don’t get me wrong, the acting by Kerri Russell, Rufus Sewell, and David Gyasi is brilliant.
But the vision of the number two at the US Embassy running after the newly arrived ambassador with an armful of dresses that he wants her to wear is simply ludicrous.
Eduardo is a former deputy spokesperson for Ban Ki-Moon.
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